Lejos de ser una rareza, actualmente todos los edificios tienen patologías de mayor o menor gravedad. A lo largo de nuestra experiencia, hemos comprobado que las patologías que se detectan a tiempo, alargan la vida y calidad del edificio, ahorrando a largo plazo en el coste de las reparaciones a realizar. Por eso, es importante que por medio de los técnicos, en colaboración con los propietarios y/o usuarios del edificio, se detecten y puedan ser subsanadas a tiempo.